Alguien me ha comentado sobre la belleza y lo agradable. Todos sabemos que hay obras agradables que son mentira. Aquí introducimos conceptos de certeza y falsedad. Lo feo es mentira y lo bello es verdad? Lo feo muchas veces llega a ser, o acontece verdad, si el autor es sincero con su momento creativo y una obra que llamamos bella puede ser, pura falacia o sea mentira , porque el autor se traiciona a si mismo. O sea, acepta normas que él no ha digerido y asimilado .Por lo tanto llegamos a conclusiones extrañas, por poco usuales. Puede ser agradable lo feo, y obras que denominamos correctas, e incluso bellas, las “sentimos” como falsas.
El arte es una expresión que no nos deja mucho margen para el error, si somos sagaces en olfato. Y precisamente esta afirmación la encontramos formulada completamente al revés en muchos ambientes afines. Probablemente, más allá de los signos de belleza o fealdad descubrimos, en estos casos, signos de certeza. Emergen, podríamos decir, fuerzas de veracidad. Y nuestra intuición las descubre. Cómo siempre, captar lo sincero, la autenticidad, aquello que se esconde con sutilidad y que su propia energía de verdad, nos lleva a superar la duda temprana.