FASES DE DESCONCIERTO Y RESILIENCIA
No temo caer en el caos si, en este periodo de desconcierto, puedo hacer renacer resultados que conduzcan al origen. Es aceptar largos ciclos de sombra, de carencia de energía, de débil voluntad, de confusión atascada. Después de este tránsito, puedo seguir en la dirección correcta. Y lo correcto es seguir actuando cómo artista en la investigación de una iniciación estética. En las fases de confusión me refugio en lo seguro, en la norma, en lo establecido, sabiendo que interiormente me he extraviado.
Habré traicionado mi propio camino? Creo licito apoyarme allá donde pueda. En las propias seguridades, también. Lo que es imprescindible, es no abandonar el trabajo. Dejar de creer en uno mismo y que se está vivo, con talentos y aptitudes, y que tarde o temprano, volverá la estabilidad, esta confianza no puede malograrse. Restablecer la conexión con lo simple, uno mismo. Se trata de resistir, de ser, como hoy se define, ser resiliente Estas fases se tendrán que investigar si proceden de resistencias “naturales” o del exterior.
(*) Inseguridades, decepciones, miedos y otros sentimientos son calificaciones que hacemos nosotros mismos y que paralizan. Habrá que trabajar la confianza propia. Encontrar el centro más poderoso en nosotros y sostenerse en él.