Mentirse a uno mismo es un excelente truco de magia cerebral. Para auto defendernos nos auto engañamos con eficiencia. Como substancia narcótica, de baja intensidad, la ocultación se expande imperturbable. Indefectiblemente es una defensa. Cabalga con lo banal y lo vano, y estos refuerzan un yo irreal que oscurece las decisiones a tomar y crea rotura, des conexión y carencia de unidad. Engañarse, acontece una capacidad ingeniosa del ego. Resulta difícil darse cuenta de lo que uno mismo prefiere ignorar. Somos creadores y como tales también sabemos crear mentiras sobre nosotros..¿Que defendemos? Esta es la pregunta. ¿Nos defendemos de la propia visión? ¿Nos defendemos de la observación de los otros? ¿Estéticamente que comporta auto-engañarse?El ejercicio de comparación, que en nuestras sociedades es tan habitual, alimenta este complejo mecanismo, que solo nos permite seguir ignorando quienes somos y que queremos o deseamos.
¿Es la educación recibida, o puede ser la propia dinámica evolutiva que incluya este movimiento de ocultación sobre las propias cosas, a la espera de momentos mejores? ¿ lo hacemos porque socialmente existen mecanismos represivos? ¿Habríamos de, primero ir hacia fuera, para conocer lo que denominamos realidad y finalmente hacia adentro, en un regreso, con preguntas, mas esencialmente intimas? El artista, en este estadio ha de alimentarse mas allá de su propio “background”.Son experiencia y conocimiento que le ofrecerán referencias ante una decisión. Pero, ¿quién o qué situaciones o circunstancias nos estimulan a hacer pasos conscientes y tranquilos, a aceptarlos y construir una senda individual propia.? Y sendas estéticas. Superar prejuicios instalados, fuente de auto engaño, pide reflexión. En trabajos plásticos, estéticos estamos fuertemente determinados por patrones inconscientes que librarse de ellos es posible con trabajo sobre si. No hay suficiente con el propio bagaje cultural.
(*) A vista de pájaro, entreveo el auto-engaño, como instalado y sostenido por incapacidades nacidas de estados de conciencia demasiado al uso, establecidas y habituales, cuando no alimentado por desordenes psicológicos (obsesiones, neurosis, sutiles alienaciones.. etc etc). Si hay re visión y se producen cambios reales, o sea interiores, todo toma otra traza, visión, y desarrollo. El esfuerzo personal por superar la penuria de conciencia estética debe ser sostenido con determinación. Las no verdades o mentiras sobre uno mismo, son tan asumidas, regulares e inerciales, en nuestras existencias estéticas, que pasan a un segundo o tercer plano, se convierten en, desapercibidas. Básicamente observo que la causa primera, que origina tan diversos problemas de auto engaño son una actitud y concepto erróneas sobre la identificación que hacemos de nosotros mismos. Y otra evidente, seria el interés lógico, para salir de un lugar en el cual no sabes que estas. Inconsciencia. Nos protegemos de las ansias, empequeñeciendo la consciencia. Queda aun para confeccionar un listado mas concreto de auto-engaños en los cuales recaemos.