El ARTISTA CHAMAN

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Comparación, y afirmación interrogativa. ¿Ser artista es ser casi un chaman o ejercer de chaman? En esencia el chaman-indígena, el verdadero, que hoy en día conocemos nace del aislamiento y de la soledad aceptada o no, puesto que su medio, hostil, (desierto, nieves, hielos perpetuos, selvas aisladas, bosques frondosos, parajes incomunicados…etc) en una palabra, su mundo exterior, no le ofrece placer y dialéctica bastante atractiva y generadora de discurso mental y activo. En un movimiento progresivo de supervivencia, sus opciones son reducidas. Acaba para girarse hacia adentro y quieto, descubre uno a uno los resortes de un mundo interior, mas cómodo para él que la realidad que tiene enfrente.. Se adentra una y otra vez, en estos territorios más allá del mundo que nosotros denominamos realidad, lo tangible.

Conocida por los antro-prólogos su destreza para acompañar a los mundos intermedios, es habilidoso a trascender nuestra dimensión y a la vez, volver a ella. Experto en el viaje, acompaña a las realidades que él ya  a experimentado, haciendo de guía, y vuelve al mundo real, después de iniciar a otro humano.

Quizás el artista, si lo comparamos con el chaman es aquel que tiene la capacidad, innata o aprendida, de instalarse secuencial mente en estados más unificados, más integrativos, los cuales informarían plástica-mente de una fuerza o vibración a las capacidades estéticas aprendidas desde la cultura y ofrecerían a la colectividad trozos y visiones de su experiencia si no extrasensorial, si psíquica mente mas ricas y elaboradas. La obra adquiriría otra, tamizada luz, y la luz , lo saben muy bien los físicos, contiene información. Fotón, igual a información.