SABER DE ARTE

SABER DE ARTE

El espectador especial y especialista, aquel que es el depositario de la confianza social en temas de arte, aquel que lo es porque posee unas capacidades de observación afinadas y paciencia necesaria para ofrecerlas al autor y a su obra. Aquel que ha recorrido y superado todas las exigencias académicas, cursos, másteres, prácticas y contrastada experiencia, etc a este lo denominamos, crítico. Crítico de arte. Una labor nada fácil. Un intermediario que serlo y asumirlo lo coloca entre la evaluación y la pedagogía más “desagradecida”.

A mí, sinceramente, me significaría un verdadero esfuerzo de decisión y juicio realizar una labor de tanta responsabilidad. Le suponemos conocimientos históricos, capacidades objetivas y subjetivas para ser impresionado ante la obra concreta, ante trayectorias, experiencia al mirar, saber estar frente a frente con lo creado, lejos de precipitaciones efusivas y /o destructoras, etc.

Meticuloso y a la vez con dotes para emocionarse profundamente, ampliamente…. Encarna, de una cierta manera, la prolongación del propio artista. Por profesión, tiene que descubrir, absorber y evaluar las transferencias del autor. Le guste o no. Le subyugue la obra o le desagrade tendrá que comprender. Seguro que me pierdo un significativo montón de aspectos que desconozco y por supuesto, complicados por subjetivos y nada fáciles de medir. Solo intento ponerme, por un momento, en la suya de piel.

Capaz de contagiarse de las energías del autor, de valorarlas, evaluarlas y situarlas en el tiempo. Una tarea repetida ante obras irrepetibles, una labor variada, compleja y difícil. El crítico domina su mundo y su independencia tenemos que suponerla, siempre. Es un dominio, el suyo, que aplica a la obra, en su análisis y valoración, amplía de conceptos, tan históricos como estéticos.

Sin embargo, creo que, si no contempla, las connotaciones que rodean la génesis interior del autor, su proceso, su concepción, la evaluación puede resentirse. Se puede alegar que este aspecto, que yo reclamo que sea tomado en consideración, ya se encuentra reflejado en el resultado final que es la obra. Este es el núcleo por revisar, allá donde me nacen las dudas!

Pero si convenimos que la obra y el autor son una unidad, en el mejor de los casos, un crítico, generoso con su profesión sabrá focalizar doblemente sus objetivos. Es trabajo doble, lo reconozco. La sinceridad, en labores tan subjetivas, suponemos que implica un examen de auto exigencia, muy alto.

En el año 1978 expuse ceramicas y esculturas en la Galeria Soler Casamada de Terrasssa, en aquel momento la sala mas importante y durante el periodo de fiestas de diciembre. Había inaugurado el taller-estudio-vivienda, un año antes y el ardor creativo junto a disponer de medios sencillos pero eficientes, daría resultado.
Un éxito completo de ventas. Todo, absolutamente todo fue adquirido por un público que me sorprendió.

El critico de Arte y Urbanismo de Terrasssa, Josep Boix escribió:

“Él joven ceramista terrassense presenta en la Galeria Soler-Casamada un nutrido conjunto de sus últimas obras que en verdad impresiona.

Impresiona aparte de la cantidad y variedad, por su extraordinaria fuerza expresiva e imaginativa, repleta de mágicas sugerencias, e impresiona y subyuga, asimismo, por su peculiar originalidad tanto en los sutiles juegos volumétricos en los cuales notoria significancia tienen las luces y las sombras, los huecos y los relieves, como en las aludidas dicciones plásticas que Ribera busca y encuentra para vivificar, humanizar e incluso distorsionar agudamente los clásicos conceptos de la ceramica para convertirla en una maravilla de color, de fuego, de luminosidad, de volúmenes y de complejos diseños donde, a través de ellos, es fácil adivinar desde la mas pura, serena y elegante linea de la ceramica mediterránea a los alegres malabarismos de un barroco actualizado que rompe con todas las encorsetadas disciplinas conocidas.

Hay piezas que nos recuerdan el quehacer ceramico de los mestizos sudamericanos captando la diversidad de culturas que resbalan por sus creaciones pero arraigados a una óptica popular y sencilla.
Todo un esplendido mundo interior, radiante de intelectas secuencias, manifiesta a Ribera; es decir, un artista en el amplio y cerebral expresar de la palabra. Josep Boix.”

Este inicio de etapa-creativa más plástica, puesto que venia de cuatro años de soledad e introspección en la que la pintura había sido mi soporte creativo, sobretodo en los dos primeros años en Castellterçol, daría inicio al oficio que me permitiría fundar una familia. I digo fundar en la acepción de fundamento-cimiento o estabilidad económica.

Sé que fueron años largos de oficio-estabilidad-lucha en los que tuve que renunciar para estabilizar otros campos emocionales tant importantes! Repito a menudo que el artista i su arte son tan importantes, los dos. No existen por separado. Al cabo de los años cuando estoy escribiendo esto, puedo comprender, despues de la explosión de mi última obra gráfica, de la que estoy satisfecho completamente, que el proceso de una vida en el arte tiene sus periodos, es una iniciación y que nunca debe ser abandonada aún que en ciertos ciclos, más o menos largos, lo parezca. La resiliencia desencadenarà nuevas fuerzas para extraer arte.